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jueves, 12 de febrero de 2015

Rompiendo mitos y miedos sobre los psicólogos




Me da vergüenza contarle según qué cosas al psicólogo. Es natural que en ocasiones de reparo contar según qué, por miedo a ser juzgados, pues es algo que hemos aprendido en nuestro entorno socio-cultural. Pero hay que tener en cuenta que el psicólogo no va a juzgar lo que haces ni lo que dices, el psicólogo está entrenado para ser objetivo y se desprende de cualquier prejuicio socio-cultural. Si aun sabiendo esto, te da vergüenza contarle algo, puedes decirle que en este momento no te sientes preparad@  para hablar de ese tema. Es mejor dejar el tema para otro momento, que omitir información y dar lugar a confusión. Ambos os beneficiaréis. 

¿Si voy al psicólogo, pensarán que estoy loco? Cualquier persona puede ir al psicólogo igual que cualquier persona puede ir al fisioterapeuta, al médico, al rehabilitador… Hay muchas causas por las que una persona puede ir al psicólogo, desde las más leves a las más graves, pero ninguna de ellas es estar loco. Esa palabra no entra en nuestro manual diagnóstico. Si bien es un pensamiento muy antiguo, está cayendo en desuso. Cada año que pasa, hay más personas interesadas por la psicología. En otros países está incluso de moda tener tu psicólogo, psiquiatra personal… Con ello no quiero potenciar su abuso, que tampoco es terapéutico, pero si remarcar que no hay tanto tabú respecto a este tema. 

¿Los psicólogos leen la mente?  Los psicólogos nos basamos en la información verbal y no verbal que recibimos y en nuestro conocimiento y experiencia para trabajar con esta información, que debe ser veraz. Si alguien miente para comprobar si sabemos leer la mente, está dificultando el trabajo del profesional y por tanto se perjudica así mismo. Así que es mejor dejar los juegos a parte y centrarse en el trabajo conjunto. La terapia será más efectiva y rápida.

¿Y si le cuenta algo a alguien? Eso no va a suceder porque va implícito en nuestro trabajo el secreto profesional, por ley y por moralidad. Tienes que poder tener la libertad de contarle todo lo que quieras y todo lo necesario al experto. Por eso en muchos casos hay cosas que únicamente se les cuenta al psicólogo o al psiquiatra. Porque tienes la seguridad de que no va a salir de la consulta y de que además no te va a juzgar, trabajamos desde la confidencialidad y objetividad. 

¿Sólo va a escucharme? Se entiende la confusión porque hay mucho desconocimiento sobre cómo trabaja un psicólogo, de hecho muchas personas se basan en lo que ven en las películas o series. Los psicólogos no solo escuchamos, planteamos objetivos de evaluación, de intervención y aplicamos y enseñamos técnicas que han sido probadas previamente en investigación. Ambos tenemos un papel activo, “ni tú solo hablas, ni yo solo escucho”. 

¿El psicólogo me va a dar pastillas? Los psicólogos enseñamos a adoptar como propias estrategias efectivas para afrontar diversas situaciones/problemas y mejorar la calidad de vida. Es un entrenamiento a nivel psicológico parecido al que se hace a nivel físico, tu mente lo asimila y lo recuerda, igual que tu cuerpo asimila y recuerda una disciplina deportiva. Por lo tanto las terapias psicológicas son duraderas. No somos médicos y no recetamos pastillas. Podemos detectar si es necesaria la visita a un médico psiquiatra para que haga una valoración y prescriba medicación. 

¿La terapia dura años? En la mayoría de los casos los tratamientos son cortos. No se puede hablar de un tiempo exacto porque depende del caso, de la frecuencia de las sesiones y de la implicación en la terapia. ¿Qué tiempos marcan los protocolos de intervención? Muchas veces depende del autor/es del protocolo de intervención. Para hacernos una idea, uno de los tratamientos más breves es el de las fobias específicas donde la media ronda 5 horas de intervención. Eso quiere decir que hay personas que en 3 horas han superado su gran temor y otras han necesitado 8. En otros casos como la ansiedad por la salud y la ansiedad social el número de sesiones varía entre 10 y 20 sesiones.  Es muy difícil predecir el tiempo exacto, pero lo que sabemos es que la implicación en la terapia y la cantidad de ejercicios “en casa” aceleran el proceso. 

El desconocimiento y/o las malas experiencias hacen que nos formemos ideas sobre algo que en ocasiones se ajustan a la realidad y otras no. Te animo a que conozcas más sobre la psicología buscando y contrastando información a través de fuentes fiables. Es importante fijarse si detrás de las líneas que lees se encuentra un experto en el tema. 

Blanca Aguayo Siquier
Psicóloga colegiada nº B-02203