Ataque de pánico ¿qué es y qué puedo hacer para manejarlo?
El ataque de pánico,
crisis de angustia (o conocida popularmente como crisis de ansiedad), se
caracteriza por una aparición repentina de síntomas de aprensión, miedo o malestar muy
intenso.
Durante las crisis se pueden experimentar síntomas como:
- Palpitaciones (el
corazón late muy rápido)
- Opresión en el pecho (como si algo te pisara el
pecho)
- Sensación de ahogo o asfixia (falta el aire)
- Mareos, náuseas,
molestias abdominales
- Entumecimiento (rigidez que se produce en algún miembro
del cuerpo), hormigueo
- Escalofríos o sensación de calor, sudoración
- Sensación de irrealidad o despersonalización
(sensación de separarse de uno mismo), etc.
Estas sensaciones se acompañan habitualmente de pensamientos
negativos como:
- ¿Qué me está pasando?
- ¿Me voy a morir?
- ¿Me está dando un ataque al
corazón?
- Estoy perdiendo el control
- Me voy a desmayar
- Me estoy
volviendo loco…
Pero al pensar de esta
manera los síntomas se intensifican y son muchos los que acuden a urgencias porque no saben qué les pasa y allí les dicen que se trata de un ataque
de pánico. No hace falta experimentar todos estos síntomas para que se trate de
un ataque de pánico pero si varios de ellos y con gran intensidad.
¿Qué podemos hacer
ante esta situación? Al notar algunos de estos síntomas podemos darnos a
nosotros mismos las siguientes instrucciones “estoy notando síntomas fuertes en
mi cuerpo, debe ser un ataque de pánico, no hay de qué preocuparse, cuanto antes me ponga tranquil@, antes se me
pasará, puedo respirar despacio e intentar seguir con lo que estaba haciendo”. Las personas que al notar los primeros síntomas se dan estas auto-instrucciones
se calman más rápido y no llegan a tener el ataque de pánico en muchas ocasiones.
Podemos hacer unas cuantas respiraciones
lentas y profundas para contrarrestar esta activación del sistema nervioso
simpático que para nada es dañina. Estas respiraciones se pueden practicar
durante el día para que al tener un ataque de pánico estemos entrenados. Lo
ideal es hacer respiraciones abdominales inspirando durante 10 segundos y
espirando durante otros 10 segundos.
Si pudiéramos medir la ansiedad de 0 (nada de ansiedad) a 10 (ansiedad extrema) el ataque de pánico sería llegar a 10. Pero nuestro cuerpo es sabio y busca la regulación corporal así que no permitirá que nos quedemos en ese estado mucho tiempo (máximo 15 ó 20 minutos). Y el nivel de sintomatología irá descendiendo. Si empleamos las estrategias indicadas, ayudamos a que el nivel de ansiedad no llegue a subir o si ya está a unos niveles elevados, a que baje más rápidamente.
Además de los síntomas mencionados anteriormente, también pueden aparecer síntomas de la conducta motora como la necesidad de salir corriendo
de ahí, de huir de la situación en la que se esté. Y es muy importante no hacerlo, es decir
permanecer en la situación en la que estés hasta que pase el ataque de pánico. Acabaremos
encontrándonos mejor. Normalmente los ataques de pánico son inesperados, pueden
aparecer en situaciones muy diversas como por ejemplo: en clase, en el trabajo,
en el coche, en la calle, durmiendo, en el gimnasio… Pero no
necesitamos huir de ninguna de estas situaciones al tener esa sensación.
Sólo necesitamos huir de las situaciones que sean realmente peligrosas. Podemos percibir una situación como peligrosa
pero eso no quiere decir que realmente lo sea. Es solo una sensación y no hay
que dejarse llevar por ella.
Se estima que alrededor de 1 de cada 3 personas ha tenido o
tendrá un ataque de pánico. Aprender a gestionarlo es importante ya que el
ataque de pánico suele angustiar mucho a la persona y puede darle más
importancia de la que tiene (excesiva preocupación) o sumergirse en conductas
de control (para evitar un ataque de pánico), que pueden derivar en un
trastorno de ansiedad. El conocimiento
ayuda a la prevención.
Espero que este post y el cartel que hice para dar información a la comunidad universitaria, puedan ayudar a gestionar muchos ataques
de pánico. ¡Feliz vida!
Blanca Aguayo Siquier
Psicóloga B-02203
blanca.aguayo@cop.es
@psicologablanca